26 de abril de 2012

"Como celoso sufro cuatro veces: porque estoy celoso, porque me reprocho el estarlo, porque temo que mis celos hieran al otro, porque me dejo someter a una nadería: sufro por ser excluído, por ser agresivo, por ser loco y por ser ordinario".

"Me abismo, sucumbo..."


Cuando me ocurre abismarme así es porque no hay más lugar para mí en ninguna parte, ni siquiera en la muerte. La imagen del otro -a la que me adhería, de la que vivía- ya no existe; tan pronto es una catástrofe (fútil) la que parece alejarla para siempre, tan pronto es una felicidad excesiva la que me hace reencontrarla; de todas maneras separado disuelto, no soy acogido en ninguna parte en ninguna parte; enfrente, ni yo, ni tú, ni la muerte ni nadie más a quien hablar..."


(Barthes: Fragmentos de un Discurso Amoroso)